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La historia va así: un grupo de adolescentes graban como destruyen las ruinas de la huaca del Dragón en el circuito de Chan Chan y lo suben a YouTube. El video es detectado por otras personas y empieza el escándalo en Twitter donde cientos de personas expresan su rabia por lo sucedido.
Cada vez más personas comentan del tema, crean un grupo de odio en Facebook contra los responsables y llenan de insultos la cuenta YouTube de la persona que subió originalmente el vídeo.
El tema sube a los medios tradicionales, y el noticiero de Frecuencia Latina reporta el suceso, mientras que en las versiones web de El Comercio, RPP y Peru21 también se habla del tema.
Los tuiteros cruzan datos y despues de mezclar mucha paja con trigo identifican a los responsables visualmente. El autor del vídeo pide disculpas públicas…y hasta aquí llega el rumor y entra en acción el filtro profesional.
Este lamentable, pero no descabellado, suceso es un ejemplo de como se crea una noticia en la nueva mixtura de medios.
Antiguamente se decía que los periodistas decidían la agenda del país en base a sus muy particulares criterios. Si se les ocurría que a la gente debe importarle la última payasada de Tongo por encima de la firma de un TLC, lo hacían y no había forma de ir contra un grupo de medios grandes unidos y decididos en decirnos cual es la noticia importante del día, pues como decía un arcaico profesor de mi Universidad «si no está en la televisión, no existe».
Ahora algo cambió, las personas adquirieron un micrófono que antes solo lo tenían quienes trabajaban en una sala de prensa.
Incidentes como el de estos vándalos muestran que ahora el famoso efecto bola de nieve ya no empieza en un periódico, sino en una cuenta de una red social como twitter, facebook, hi5, etc.
Quizas por ahora esté limitado a asuntos muy domésticos o temas que solo pueden encontrarse en internet («¿si no está en internet no existe?»). Dudo que por el momento desde Twitter se pueda hacer un destape como el de los vladivideos. Pero llegará el día en que será común que un simple ciudadano se encuentre en el momento correcto y sitio correcto, y deje de ser un simple rebotador para volverse un creador de noticias.
Mientras tanto, los periodistas profesionales aún tienen empleo asegurado para rato, pues alguien tiene que separar la paja del trigo.