Laboratorio Social Móvil en Lima

Cada vez que viajo en la línea 39 por todo Javier Prado, siento que estoy dentro de un laboratorio social móvil.

Esta línea está equipada de vehículos modernos, TV y Bluetooth. Algo que resalta como lunar sobre la masa de combis chatarra y “Custers” que diariamente se mueve a paso lento por Javier Prado. Un amigo me decía que se alucinaba en Europa cuando se subía a uno de estos buses (jaja). Aunque fuera de bromas, para una ciudad tan grande como Lima, lo mínimo que se merece la población es un sistema de transporte decente.

Lamentablemente se nos ha malacostumbrado que transporte público es sinónimo de maltrato, peligro, incomodidad, suciedad, informalidad y estar a merced de un par de locos que cobran lo que quieren, te acomodan donde quieren, te recogen donde sea y te descargan del vehículo cual bulto al vuelo con pie derecho para aterrizar.

Hace unos meses La República publicó un artículo sobre Claudia Bielich, una socióloga que había estudiado el problema del transporte público en Lima y publicó sus resultados en el libro “la guerra del centavo”. Una de las soluciones planteadas es acabar con la informalidad, mediante la asociación de transportistas para crear consorcios, adquirir unidades modernas y poner a trabajar conductores bajo planilla que no se preocuparán por llenar el bus, sino en hacer su ruta y recoger y dejar pasajeros en los paraderos autorizados.

Creo que se podría considerar a la línea 39 como un demo de lo que sería Lima si se formalizara el transporte. En vez de doblarse en cuatro para entrar a la combi, uno tiene la oportunidad de viajar con comodidad en asientos cómodos y pasillos amplios mientras ve TV.

Por el lado del gobierno, es posible que el Metropolitano traiga algo de esta tan demandada formalidad, aunque es una lástima que el alcalde Castañeda nunca tuvo la valentía de tomar el toro por las astas y formalizar el transporte en Lima, en vez de eso crea fanfarria con un proyecto retrasado (¿intencionalmente?) varios años y que encajaría mejor para una ciudad con un tercio de la población de la Lima actual.

Para terminar con mi idea inicial de laboratorio social móvil, debo mencionar que hoy me topé con una sorpresa en el bus. Al parecer han cambiado de proveedor de contenidos para TV. La nueva empresa tiene contenidos que me gustaría ver en la TV local: cortos de Pixar, Chaplin, promoción de regiones del Perú, incluso pasaron el famoso corto ¿En que momento se arreglo el Peru? (que no tiene nada que ver con la publicidad de MoviStar, oiga usted Zavalita).

Fue muy interesante ver la cara de la gente mientras observaba este corto que necesita mayor difusión en medios tradicionales, y no solo como un viral de YouTube. Alguna vez alguien comentó: “deberían pasar este corto por televisión varias veces”. Pues bien, aquí tenemos el demo de lo que sucedería si fuera exhibido varias veces al día y el resultado es: personas que se quedan pensativas por unos minutos. Con algo de suerte tal vez alguna de ellas empiece a actuar a favor de un cambio.