Cuando el marketing directo satura

(Suena el celular, la pantalla indica que la llamada viene de un número privado.)

Maskus: ¿alo?

S.M (Señorita Misteriosa): ¿Señor Sánchez?

Maskus: Si, él habla

S.M: Buenas tardes, le llamo de la universidad X…

Maskus: ah mucho gusto, ¿como está?

S.M: eh…ah muy bien, le llamaba para…

Maskus: …contarme sobre los programas de maestría para egresados, ¿cierto?

S.M: ¡si!, veo que le ha llegado nuestra publicidad a su casa.

Maskus: Muchas veces…

S.M: Bueno quería decirle que este jueves a las 7:00 pm habrá una charla informativa en nuestro local…

Maskus: Lo se, en otras ocasiones me han llamado para lo mismo, y le digo lo mismo que he respondido antes: No me interesa en este momento ese programa, si hago una maestría la haré después, pero no ahora. Es cuestión de decisiones.

S.M: …oh bueno, gracias. Hasta luego.

Maskus: Hasta luego.

Si te mandan mil correos a tu casa promocionando algo que no puedes adquirir aún, y te llaman mil veces para ofrecer lo mismo y respondes lo mismo las mil veces, creo que el mensaje debería quedarles bastante claro: No vas a adquirir sus servicios en un buen tiempo, y si siguen insistiendo terminarás odiando su producto/servicio. Es una regla básica que deberían manejar algunas personas que dirigen las campañas de marketing directo.

El caso de la universidad X aún no ha llegado al extremo de cierta compañía monopólica que llama todas las semanas a mi casa para ofrecer su servicio de Internet. La última vez casi mando al diablo a la pobre televendedora porque al parecer mis negativas no los desaniman y sigen insistiendo.

Una política de rotación larga en la base de datos ayudaría a no desesperar a los potenciales clientes. Lo ideal sería que se pudiera adoptar el modelo que usan las empresas en USA: El cliente puede decirle al televendedor que lo borre de su base de datos, y la compañía está en la obligación de hacerlo o al menos no debe molestarlo en los próximos 2 años.

El tema fundamental es el respeto hacia los clientes, si esto se practica, se puede ganar mucho más que atontando con bombardeo publicitario.