Vía Marketing Directo.
Los consumidores de edades comprendidas entre los 15 y los 25 años suponen un mercado tan significativo como difícil de alcanzar para las empresas. He aquí cinco factores claves para abordarlos mejor:
1. Personalidad cambiante
Es un error pensar que por potenciar el valor de la marca, las empresas accederán con más eficiencia al segmento de los 15/25 años. El camino para lograr este objetivo es pensar cómo crear un rumor en torno al producto y cómo, mediante el impacto del mensaje, conseguir que éstos hablen de él.
Hay infinidad de factores como el entorno, la edad o el poder de compra que determinan el perfil de los jóvenes. Son personas aún en formación que buscan su identidad. Para ello, readaptan su personalidad una y otra vez, pasando a veces de un estilo a otro completamente diferente.
Así, una empresa que haya conquistado a un joven puede perderlo repentinamente porque éste haya sufrido un cambio en su estilo de pensar, vestir, etc.
2. El «factor sorpresa»
Son propensos a seguir modelos, como el de una conocida estrella de cine en la que se reconozcan. Que ésta sea la protagonista de una campaña publicitaria puede atraer a numerosos jóvenes.
No obstante, no hay que olvidar que los jóvenes buscan constantemente sentirse sorprendidos. Para conseguir esto se debe cuidar mucho el lenguaje de la marca.
3. Un segmento poco homogéneo
Los jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 18 se refugian en los modelos preexistentes. La directora asociada de la agencia FullSIX, Anne Browaeys, explica que «si sienten que son tratados como un objetivo del marketing o que se mitifican sus códigos, mostrarán un rechazo inmediato».
Por otro lado, Browaeys añade que los de edades entre 20 y 25 años «no quieren sentirse confundidos con los más jóvenes».
4. Calidad de base de datos
La calidad de las direcciones seleccionadas influye sobre los resultados de la campaña. Internet o el SMS son los medios por excelencia para llegar a los jóvenes.
El problema para las empresas es encontrar direcciones de e-mail o números de teléfono válidos. A esto hay que añadir que los jóvenes son verdaderos expertos en escapar a las técnicas del marketing directo.
«Nunca estamos completamente seguros al 100% de alcanzar la verdadera dirección cuando nos dirigimos a un joven. Puede tratarse de una dirección que no utilice nunca, pero de la que deje sus coordenadas cuando una página web se lo impone», expone Browaeys.
5. Mensaje creativo
«Se deben cuidar toda una serie de pequeños detalles técnicos que permitan renovar el interés, pues los clientes de edades comprendidas entre 15 y 25 años son más exigentes y perdonan menos», dice Alain Murcia, director asociado de la agencia francesa Il était un marque. El mensaje cobra aquí enorme importancia.
De hecho, la creatividad se debe tomar como un mensaje en sí misma, pero «no se trata de utilizar un vocabulario agresivo, ni mucho menos», aclara Murcia.