Es innegable que los productos de origen están en todo el mundo. Producen de todo para innumerables empresas, pero tal vez es más difícil pensar en una marca propia con suficiente influencia o prestigio global. Tal vez cuando pensamos en marcas chinas lo asociamos con algo barato y de baja calidad.
Sin embargo resulta interesante señalar los esfuerzos que viene realizando la marca Huawei para cambiar esa imagen. Esta empresa es la primera empresa china en aparecer en el Top 100 de las mejores marcas según Interbrand (http://bestglobalbrands.com/2014/ranking/).
Este gigante de las telecomunicaciones es responsable de crear las redes que hacen posible que los teleoperadores puedan ofrecer servicios de internet y telefonía en diferentes países del mundo. Tal vez la naturaleza de este negocio hace que la mayoría de personas no haya escuchado antes de la marca.
Pero en los últimos años ha empezado a destacar más en el mapa mundial gracias a su división de Huawei mobile, enfocada en crear smartphones. Primero empezaron con modelos muy económicos y básicos orientados a países emergentes. Pero ahora quieren competir seriamente en la gama alta con los mejores de la industria.
Pero a pesar de todas las mejoras técnicas, ¿es esto suficiente para convencer a las personas y hacer que sean una marca deseada?
Huawei es un caso interesante de una marca que trata de cambiar un posicionamiento que carga como lastre todo un prejuicio cultural alrededor de un país, al cual asociamos con lo barato y la baja calidad.
Los números muestran que efectivamente ha habido grandes avances al respecto. Durante el último trimestre la empresa ha embarcado al mundo 11 millones de dispositivos listos para 4G, lo último en la demanda tecnológica de los teléfonos de alta gama.
El siguiente reto sería tal vez como darle una identidad global a la empresa, para alejarla más del concepto chino y hacerlo familiar a cualquier usuario en el mundo. Esto ya ha sido logrado desde hace décadas por los japoneses como Sony o Toyota.