Antes de la era digital, la capacidad para anunciar la compra o venta de un producto estaba limitada por el presupuesto y recursos disponibles del anunciante.
Actualmente con la aparición de portales, redes sociales y guÃas de clasificados online es mucho más fácil publicar anuncios gratis, facilitando de esta forma la gestión de compra y venta de productos entre personas, pero también atomizando el poder que antiguamente tenÃan los grandes medios de clasificados.
Por el lado del consumidor, esto implica mayores beneficios cuando quieren comerciar productos con otros usuarios; Pero al eliminar a los grandes intermediarios, también se elimina el control sobre quienes venden los productos.
Un diario con una sección de clasificados o una guÃa telefónica podÃa servir como filtro ya sea literal o simbólicamente para cualquier intento de estafa, pues era necesario identificarse y hacer un pago. No era un sistema perfecto, pero desincentiva a muchos.
En los medios digitales el proceso es mucho más sencillo, pero también lo es ampararse en el anonimato de un alias. Ante la ausencia de control surge un nuevo método de auto regulación: esto es el sistema de reputación basado en la calificación individual de los compradores.
El invento no es nuevo, apela a un principio básico desde que existe el comercio: la confianza. La diferencia está en que ahora con las nuevas herramientas es más facil gestionar la información de muchas personas en diferentes lugares al mismo tiempo.
¿Implica esto alguna mejora en la forma en que generamos relaciones comerciales? Si, porque ya no se tiene sólo la información que el comerciante nos da sobre si mismo, sino también cual ha sido la experiencia de las personas que han tenido relación con él.
Debe entenderse entonces que el activo más importante de cualquier comerciante es la confianza que pueda transmitir, y los medios de avisos clasificados deben saber ofrecer las herramientas adecuadas para generar experiencias satisfactorias para ambas partes.